viernes, 17 de octubre de 2008

Maldita vanidad...

¿Me pregunto, por qué la vanidad siempre me gana las batallas? ¿Será que algún día le ganaré la guerra?

Para no extenderme mucho narraré una historia que refleje mi punto y mi desasón:

Un día, muy enamorado estaba, salía de la universidad después de una larga jornada de clases. La tarde era preciosa, tenía una tonalidad rojiza y vivaracha que reflejaba la calidez del sol en el agua y las hojas de los árboles. Yo caminaba por el centro  de la ciudad de Bogotá, exactamente por las aguas, escuchando los sonidos ambientales de una tarde apaciguada y tranquila en medio de la ciudad. Niños jugando, pájaros en pleno cantar, personas hablando, zapatos caminando, y algunos buses y vehículos recorriendo su camino. Todo olía a miel y reflejaba la luz de un atardecer eterno y renovador.

¡Pero qué idea genial se me ha ocurrido! Esta es la tarde ideal para confesarle mis sentimientos a la bella doncella de corazón dulce que tiene conquistado mi ser.

Miré el reloj y era la hora perfecta; ella salía en ese instante de clases y unas 4 cuadras separaba nuestras existencias. Así que la llamé y le propuse que nos viéramos, porque necesitaba decirle algo importante. La respuesta de ella fue: hay no! hoy no. No te imaginas en las fachas en las que estoy! 

Yo entiendo que si llamo un domingo a las 9 de la mañana o un día de descanso cuando la gente se viste con vestiduras estrambóticas y extrañas, pues vaya y venga. Pero ella acababa de salir de la U!!! se supone que uno sale a la calle, a estudiar o trabajar en las "fachas" adecuadas para que otros nos vean. Además que yo como la conocía, ella siempre andaba bien presentada. Esto era más un asunto de vanidad y detalle.

Yo pensé que era una broma, que era una forma de excusarse porque tal vez por modestia quería insinuar que no estaba vestida de la manera en que le gustaría estarlo para verse conmigo. Sin embargo insistí ya que esa era la tarde ideal; no veía la hora de ver ese atardecer hermoso reflejado en su mirada de amor y en su piel de ambrosía. Pero ella se mantenía inmóvil en su apreciación y ciertamente hablaba en serio. Ese día fue imposible persuadirla para que se viera conmigo. 

¡Estábamos a 3 cuadras, una declaración de amor en una tarde perfecta y no nos pudimos ver, no lo puedo creer!

¿Qué tienen los desconocidos que pasan por la calle, los compañeros de la U, los profesores y todas las personas que te vieron hoy y tuvieron la dicha y oportunidad de verte y compartir contigo, que no tenga yo y no pueda verte? - le pregunté a ella con una nostalgia que comenzaba a invadir mi alma como una mancha de tinta negra que cae en un vaso con agua cristalina.

Las mujeres son preciosas tal y como vinieron al mundo... y me indigna que ellas tengan que depender de unos trapos o de unas pinturas para sentirse lindas... además las mujeres tienen un cuerpo y una belleza que trasciende cualquier cosa material! Pero no, el valor lo da un vestido o un maquillaje. Eso de verdad me indigna hasta las entrañas!!!!

Y aunque ha sido la única vez que la vanidad ha impedido que pueda sublimar una intención de amor de esa manera, no ha sido la primera ni última vez que ha impedido que sucedan momentos valiosos y especiales.

Hoy quería verme con una amiga a la que quiero mucho. Ambos andamos tan ocupados que cuadrar un momento para vernos es casi imposible. Pero hoy había un pequeño espacio como de 30 minutos para vernos. Aunque eso me implicaba hacer un esfuerzo extra para desplazarme hasta donde ella estudia, pero igual yo iba a poner esa cuota de mi parte para verla. Pero no fue posible porque ella estaba en unas fachas!!!!. Que terrible, ella estuvo todo el día en su lugar de trabajo, todos la vieron así, ahora sale a la calle y muchos la verán así, irá a la universidad y muchos podrán verla y compartir con ella... pero yo que quería compartir un momento especial y estoy con ella por su interior y esencia, no pude verla!!! otra vez la vanidad me juega una mala pasada :( :'( 

Quisiera conocer una mujer que ponga su inteligencia y sus sentimientos por encima de su vanidad...